LLAMA II, ‘variedad doméstica del guanaco’, del quich. áma íd.

1.ª doc.: 1535, Fz. de Oviedo.

Lenz, Dicc., 444-5; Loewe, Z. f. vgl. Sprachf. LX, 145ss.; Friederici, ZFSL LVIII, 135ss.; Am. Wb., 351. Es vocablo femenino; sólo se ha empleado como masculino en territorios como el Centro y Sur de Chile, y algunas veces en España, en los cuales no existen llamas.